Nuestra historia se remonta al año 1918 cuando nuestro abuelo, D. Francísco Macías fundó, en una antigua casa situada en el centro del casco histórico de la ciudad, un pequeño horno de leña donde elaboraba los productos de panadería y los dulces tradicionales de la localidad como los alfajores, los amarguillos y las tortas pardas que nuestro bisabuelo le enseñó a elaborar desde que era niño.
Su gran afán y dedicación en elaborar el mejor producto hicieron que en pocos años el pequeño negocio floreciera llegando a vender hasta 7 carros de pan por toda la pedanía. A su vez, la calidad de sus alfajores, elaborados siguiendo estrictamente la receta andalusí, de sus amarguillos y tortas pardas hicieron que la panadería de “Paquito Macías” fuera ampliamente reconocida y recomendada por la alta calidad de sus productos.
Aunque eran años duros ese pequeño negocio fue consolidándose y permitió la entrada al negocio familiar de sus hijos Salvador y Agustín que siguieron con la tradición familiar y con la filosofía de trabajo que su padre les inculcó.
La llegada de la Guerra Civil fue un fuerte revés. Eran tiempos difíciles en el que el pequeño negocio tuvo serios problemas debido a la escasez y en el que se tuvo que acometer cambios para poder recomponer el negocio. Ello supuso la separación del negocio entre los hermanos. Mientras que Agustín siguió con el tradicional horno de pan, Salvador decidió comprar un local y aledaños e iniciar de nuevo la andadura fundando una panadería/pastelería/bollería siguiendo las recetas y el buen hacer de su progenitor.
El negocio fue prosperando y el mercado fue evolucionando haciendo que la panadería tuviera cada vez menos peso dentro del negocio y la pastelería/bollería se convirtiera en el pilar central gracias a la gran calidad de los productos que fueron ganando mercado fuera de la localidad.
En el año 2.000 entró la tercera generación de la familia Macías en el negocio familiar de la mano de María Jesús Macías que siguiendo las recetas heredadas de su familia siguió con la elaboración artesanal de los dulces tradicionales de la localidad y la pastelería dándole, además, un nuevo impulso e imagen más acorde a los tiempos actuales.
Desde aquellos años hasta la actualidad seguimos con la misma ilusión y dedicación, seguimos con las recetas heredadas de generación en generación y perseguimos un único objetivo:
Ofrecer siempre a nuestros clientes los mejores productos artesanales